lunes, enero 08, 2007

dosmilsiete

sábado, diciembre 31, 2005

dice bukowski (y releo yo): ha sido una hermosa pelea, y aun lo es. salud! x todos los recovecos entre letras que a d-o-s-m-i-l-s-e-i-s, en su curso, se le puedan encontrar.

viernes, diciembre 30, 2005

gotas hacia el centro de la tierra

asi de la nada, a un pelo de la cena navideña, unika excusa vigente para reunirnos todos en torno a ella (la siguiente), murio mi abuela. desconcierto, lidiar con lo ke no se hizo-dijo, lo inesperado del asunto, aladeahuevo tener ke ponerse las pilas y dar la cara, dias de puro kerer dormir... no es la primera vez ke me dan ganas de no vivir ciertos momentos, pero hacia rato ke no me pegaban tan a punzadas y a falta de aire. la Tristeza es constante; tanto, ke opto por negarla deliberadamente esperando poko a pokito, terminar de digerir el cubetazo. de pronto no kiero mas ke agarrar mis cosas y salir corriendo a un lugar donde me pegue el aire. encuentro esa fuga adentro mio. eso y musika para sobrevivir. con estas cosas no hay nada ke hacer. ojala inventaran una makina grabadora de olores -iria corriendo a usarla en su cuarto-. courage y, como ella siempre, echando palante.

domingo, octubre 16, 2005

4 dias pa mi cuarto de siglo

domingo, septiembre 04, 2005

ella

Llegó Mariana al lugar de los hechos. Siempre nada igual, a pesar de la engañosa ciudad. Calle larga con una cronología de deshabitantes. Y dice que será la que sigue. Y duda si sucederá. Pasan camiones, arrancan coches, anda gente y ella concluye que habrá que dejarse pasar, abrirse campo entre manos, carreras, almas y embotellamientos. Coincide con la peor Emilia en ir al mismo baño-misma hora en la universidad, y maldice la selección de su nomenclatura. El último día engañó a la coincidencia saliendo disimuladamente rumbo a los sanitarios del piso inferior. A las sorpresas nada mejor que una recepción casual, como comadres de toda la vida. A las desapariciones, el duelo necesario. Al surgimiento, el beneficio de la duda. Blanca y negra Mariana, que abre los ojos cada día y sabe que está con la dieta exacta de personas y un regimen atinado de miradas, mientras Africa espera.

lunes, agosto 29, 2005

El sábado se casó mi primer novio. No deshago mis historias, las llevo conmigo siempre. Inevitablemente, en la noche de ese día, mientras bailaba y brindaba con mis amigos, llegó un segundo de nostalgia por aquel verano en que nos conocimos: todo nuevo, él y yo y esa complicidad, un código que extrañé al separarnos, pero que fui recreando con el tiempo y demás compañías. Más que nada, esa época tuvo magia y esperanza de sobra. Un día le dije que, si así debía de ser, nuestros caminos se cruzarían en cinco años. Pero pasaron siete...

Parte de mí sigue siendo niña de primaria que se enoja y exaspera cuando un maestro, ahora colega, condiciona a los alumnos a invitarle papitas por una calificación de diez.

miércoles, agosto 24, 2005

martesdecurso

Hoy dejé tarea: los números del 21 al 99, en una cuadrícula de diez por nueve columnas. Los problemas afloraron: y si no me cabe?, no tengo regla, etcétera. Llegué al salón tarde porque estaba en el baño. Entré con un jelou!-jelou! (a mi parecer, casual), seguido de una perorata en inglés la cual me vi obligada a frenar ante las caras de what. Mi nervio se tradujo en un calor menopáusico al tiempo que empezaba a dejar fluir las actividades del día. Lo más divertido? Dibujar monstruos y correr al pizarrón para escribir números. Los detalles del día? Gritos que hicieron terminar un juego, un niño que dibuja letras cual grafitero chingón (pero que dibuja tooodo el tiempo), y otro que escribe lentíiiisimo para haber pasado a primero de secundaria. Así y todo, ellos no serán mis alumnos durante el año. Esto fue sólo un uno-dos-tres-probando, un propedéutico, un chance para darme cuenta que una hora con treinta y cinco niños en pupitre rinde muy poco.