sábado, junio 19, 2004

la última función

todo obscuro y con cuatro lluvias, me doy cuenta de no estar llegando... van dos grandes impulsos por lluviar controlados, canalizados con palabras... la vertical se topa con una curva y la espada duele... hay tanto grito en una almohada... aprehendo y prolongo polos negativos: quizàs mi círculo reste esa suma... la primera lluvia tiene que brotar de mis ojos, la segunda lluvia la darán los cielos, la tercera lluvia será de salivas... no sé si apuesto por la existencia de cuartos completos... mi envase nació del gel; lijo las suelas de hule cada día, arando las mismas yagas que el sol no seca... pero siento la tierra producir retoños ignorantes del incendio superior aún cuando reciben la lluvia ácida en sus noches de precopeo futurista.